Sobre mi

¿Por qué partí mi viaje en redes sociales?

En febrero del 2019 partí con una cuenta en redes sociales para entregar información sobre alergia alimentaria. Todo empezó 1 mes después de que diagnosticaron a mi hijo Clemente. Soy médico, sin embargo, me dedico a ver adultos, por lo que a pesar de que no era algo completamente desconocido, estaba lejos de saber lo que traía el camino de la alergia para mi, mi hijo, y mi familia.

En ese momento, me puse a investigar y aprender del tema. Quedé sorprendida al ver la alta prevalencia de alergias alimentarias en el lactante. Además hay mucha desinformación, y pocos especialistas que se dedican al tema (y casi todos en Santiago, la capital de mi país). Por eso decidí contar mi experiencia con mi hijo, además de publicar recetas e información con respaldo científico, que me ayudó en este proceso.

El proceso de descubrir el diagnóstico

Las primeras 2 semanas de Clemente fueron nuestra luna de miel. Después empezó con cólicos y vómitos muy frecuentes y abundantes, por lo que incluso tenía que cambiarme de ropa (incluyendo ropa interior) más de 1 vez al día. Me llamó mucho la atención, porque mi recuerdo era que los cólicos del lactante, que pueden ser normales en el desarrollo, solían iniciarse posteriormente, cercano a las 6 semanas de vida. Soy mamá primeriza, así que pregunté, pero todos me dijeron; es normal…

Tuvo diarrea, pero sólo un par de días, así que lo atribuimos a un virus. Luego aparecieron unas ronchas en sus piernas y abdomen.. pero pasaron. Tenía eritema (rojo) en los pliegues de rodillas, codos, axilas y cuello. Era de esperar.. ya que su papá y yo somos alérgicos.

En sus episodios de llanto se me había ocurrido que podía ser alergia alimentaria, pero con el sobre diagnóstico que hay hoy en día, pensé que estaba exagerando. Sin embargo, a los 2 meses empezó con diarrea con mucosidad, hasta 12 veces al día (y en la noche), después de que de forma aislada le dimos leche de tarro (ya que estábamos con lactancia materna exclusiva). Así pasaron 5 días.. 10.. 14. Ahí decidimos consultar.

Se confirmó la sospecha, sus síntomas ya eran muchos, tenía sangre en sus deposiciones, y no había ningún virus ni bacteria para culpar.

¿Qué pasó después del diagnóstico?

Estando en lactancia materna exclusiva, decidí emprender mi viaje en la dieta del amor. Cuando no es suficiente con la exclusión de leche y soya, hay que buscar otros culpables de los síntomas. El problema es que no es posible predecir cuáles son los alimentos que producen alergia, y a pesar que existen exámenes cutáneos que pueden ayudar con el proceso, estos no reemplazan la prueba y error. Entonces tuvimos que partir de cero, introduciendo alimentos uno a uno.

Por suerte, siempre me ha gustado la cocina, por lo que logré convertir este desafío que habitualmente presenta muchas dificultades tanto técnicas y emocionales, en un proceso creativo y de aprendizaje. Hice un diplomado de alergia alimentaria, intolerancias y enfermedad celiaca, que me ayudó a tener un base científica, y además llevar este tema tan poco conocido en el mundo de los adultos.

Ya ha pasado más de un año desde el diagnóstico, hemos tenido momentos buenos y malos, que han cambiado el rumbo de la alimentación de toda la familia.

Aprendí a leer los ingredientes de lo que comía, y darme cuenta del nivel de procesamiento de los alimentos que consumíamos. Así, cambió mi alimentación para siempre, a pesar de que ya no siga dando lactancia, y de haber superado el camino de la alergia. Hoy en día mi alimentación es fundamentalmente basada en alimentos orgánicos, sin procesar, y mucho de elaboración propia. Este ha sido un viaje de altos y bajos, de aprendizaje y error, con el objetivo de llegar a sentirse bien y seguir disfrutando la alimentación.

Te invito a compartir conmigo el viaje saludable.